Muestra N°3
Los valles invisibles
Guillermo Currás
Pintura- instalación
“Lo mejor que se puede hacer con las palabras es no usarlas (…) Aquello de lo que es posible hablar, debe ser dicho de la manera más clara (…)” Hagakure
Luego de múltiples y diferentes recorridos estéticos, me encuentro en un punto de convergencia en el que inquietudes artísticas y experiencias de vida pasadas y presentes se imbrican y potencian en una propuesta en la que se destacan la sencillez y el desapego en la invisibilidad de la forma.
Los valles invisibles es una colección de obras que −de manera taoísta− son a la vez telas y biombos pintados en blanco cuando son iluminadas con luz natural o artificial, y paisajes y climas que invitan a la introspección, bajo la luz ultravioleta. En este sentido, Los valles invisibles desafía al espectador al extrañamiento que resulta de pre‐juzgar un objeto como vacío (¿de contenido?, ¿de sentido?) para luego descubrirlo como plenitud y como puente (¿entre el artista y el espectador?). Al mismo tiempo, Los valles invisibles re‐significa el espacio en virtud de que transforma su ámbito de exhibición externo‐objetual en posibilidad de introspección subjetiva.
Guillermo Currás
Mihi quidem Antiochum, quem audis, satis belle videris attendere. Hanc igitur quoque transfer in animum dirigentes.